TENSIONES, BLOQUEOS Y CONFLICTOS ENTRE SOCIOS: La mediación informal como herramienta

¿Qué es la mediación informal?

Se trata de un proceso por el que un profesional externo, formado para la mediación y la facilitación, propicia y encauza un diálogo entre los socios afectados por una situación de tensión, de potencial conflicto o de conflicto declarado con el objetivo de conseguir acuerdos satisfactorios para todos que eviten o resuelvan la situación.

La intervención del mediador-facilitador puede realizarse mediante un proceso estructurado o bien de forma flexible en función de las circunstancias y estilos personales de los socios involucrados.

En otras palabras, se trata de una herramienta para ayudar a los socios a entenderse y encajar sus respetivas pretensiones o inquietudes de forma satisfactoria en entornos en los que por la tensión y emocionalidad la conversación puede resultar difícil o de riesgo.

¿En qué situaciones es útil?

Las especiales y estrechas relaciones personales que se crean entre los socios durante años de compartir el trabajo y las inquietudes empresariales y profesionales provocan distintas historias y perspectivas personales ante cada situación.  Los mismos hechos son vividos e interpretados de distinta forma por unos y otros socios en función de sus historias personales, sus inquietudes y preocupaciones lo que lleva a una alta presencia de emocionalidad que distorsiona y hace muy difícil el dialogo constructivo. En todas esas situaciones o ante el riesgo de entrar en terrenos “peligrosos” por la emocionalidad y sentimientos que se pueden despertar en el tratamiento de algunos asuntos, la ayuda profesional de la mediación informal para encauzar el dialogo y encajar los intereses de las partes resulta extraordinariamente eficaz: previene el conflicto o extingue los embriones de tensión y conflictividad.

Son múltiples los ámbitos en los que estas circunstancias de tensión o desencuentro pueden producirse. Basta para ello observar las diferencias que a menudo se observan en relación con:

• Remuneraciones de unos y otros socios.
• Políticas de dividendo o reparto de beneficios entre socios profesionales.
• Dificultades de entendimiento derivadas de la diferencia de estilos personales.
• Entrada y salida de socios.
• Nombramientos para la ocupación de cargos de responsabilidad.
• Sucesión en puestos ejecutivos.
• Diferencias ante decisiones empresariales, profesionales o patrimoniales relevantes.
• Desavenencias relacionadas con los comportamientos dentro de la empresa o con el uso de activos.

¿Cuáles son sus claves?

Como claves que explican le eficacia de la mediación informal cabe mencionar:

• La profesionalidad del mediador o facilitador en la gestión de conversaciones constructivas y acuerdos. Ello se basa en el uso adecuado de la pregunta y la escucha incondicional como medio para la comprensión de inquietudes y motivaciones menos visibles. En ocasiones tiene más valor lo que no se dice que lo que se dice.
• La independencia e imparcialidad del mediador en relación con el asunto. La no implicación del mediador protege el proceso de distorsiones y sesgos emocionales que habitualmente sufren las partes implicadas.
• La capacidad del mediador de crear espacios seguros de conversación en los que las partes pueden expresarse con mayor comodidad con garantía de confidencialidad por parte del mediador. En ocasiones la descarga emocional con el mediador resulta de gran utilidad a la vez que inocua al actuar éste como escudo para evitar “calentar o escalar” el conflicto.
• La visión externa del mediador. La perspectiva de quien llega “de fuera” a un asunto sin implicación amplía sus posibilidades para comprender y hacer comprender a las partes involucradas los diagnósticos y dinámicas que se dan en las relaciones a la vez que aporta mayor apertura para ampliar la gama de posibles soluciones.

Su ventajas y frutos

Son muchas y claras las ventajas y utilidades de la ayuda de un mediador en las situaciones descritas. Todas ellas se relacionan con su efectividad y con el alejamiento de factores distorsionadores del entendimiento y las buenas relaciones. Entre ellas cabe citar:

• Pragmatismo por la orientación del proceso a soluciones de interés para las partes abandonando las dinámicas más polémicas basadas en ver “quien tiene razón”.
• Encauzamiento adecuado de las emociones y búsqueda de salidas airosas cuando ello es preciso.
• Enfoque de “todos ganan”: no se impone nada a nadie.
• Reducción o eliminación de las dinámicas confrontacionales y destructivas.
• Eficacia para ayudar a “pasar página” en asuntos que bloquean o frenan el desarrollo de asuntos con normalidad.
• Realismo para propiciar “soluciones que funcionan”.
• Minimización de riesgos en el tratamiento de asuntos conflictivos